¡CUIDADO! QUE EL MUNDO FELIZ DE HUXLEY PARECE QUE HA LLEGADO.
No dejemos en manos del gobierno, ni de las grandes
corporaciones mediáticas la educación de nuestros hijos, que el MUNDO FELIZ DE
HUXLEY parece que ha llegado.
Ya en otros escritos he dejado en claro mi postura referente
a la gran responsabilidad que tenemos como padres de fomentar el gusto por la
lectura a nuestros hijos, y como la lectura debe ser un pilar fundamental en su
educación, y no dejarlo en manos del gobierno y menos de la televisión o
empresas de internet.
Puede leer:IMPULSAR EL EFECTO MATEO EN NUESTROS HIJOS
Actualmente siento que estamos librando una guerra contra
poderes globales que están imponiendo una agenda para una estandarización de la
sociedad, que llevan a relegar la lectura y sustituirla por televisión, videos
cortos y emociones teledirigidas rápidas desde nuestras pantallas de celular en
detrimento de nuestras capacidades intelectuales, minando nuestro análisis crítico
de la realidad, y la única trinchera que tenemos para contener al enemigo es la
rebeldía dentro del hogar por tomar los libros.
Y si no lo cree, pueden leer la declaración del Director de
Materiales Educativos del gobierno de México, quien está a cargo de la
creación de los libros de texto escolares, donde reconoce que leer por goce, es
un acto de consumo capitalista, develando abiertamente la censura gubernamental
y el interés por erradicar ciertos tipos de lecturas para nuestros hijos e imponer
otras oficiales, afines a sus intereses y agendas de manipulación de masas.
Esta declaración me hizo recordar el pasaje de UN MUNDO
FELIZ (1932) de Aldous Huxley, donde el salvaje
John pregunta : “ ¿Leen a Shakespeare?” Y le contestan que solo
se deben leer libros de consulta y quien desee distraerse puede ir al cine
sensible.
¿No le parece familiar?, un país donde nadie lee por placer
(solo la información permitida por el estado) y en su lugar si desea placer
puede mirar cine sensible (series de tv y videos desde pantallas del celular).
Cada vez siento que tristemente nos estamos pareciendo más a
este futuro distópico planteado por Huxley, una sociedad estandarizada desde la
cúpula gubernamental, niños educados desde la infancia con la hipnopedia
estatal, donde se moldean sus gustos y aficiones, su casta y estatus social, para
después enseñar a los jóvenes a buscar solo el placer, y que este sea rápido,
de preferencia a cualquier hora y en todo momento, ya no es necesario los
esfuerzos ni los méritos, pues el esfuerzo solo genera dolor e incomodidad.
En este mundo feliz del futuro de Huxley no hay familias,
Dios es algo del pasado, arcaico, nadie cree en él, se ha erradicado el
matrimonio, se ha eliminado el término “Padre y Madre”, nadie debe leer por
placer o para crecimiento individual, lo que importa es leer documentos técnicos
que sirvan a la industria y a la técnica, y si por alguna razón usted se siente
algo deprimido puede tomar la droga distribuida por el estado (SOMA) para
evadir la realidad y vuelva a ser feliz. Y por último, una sociedad feliz, es
una sociedad sin ancianos, ya que la eutanasia está perfectamente normada y
aceptada por todos, ya que llegar a viejo es demasiado malo y lleno de momentos
infelices que no valen la pena vivir.
Apaguemos la televisión y los celulares por un momento y
tomemos los libros junto a nuestros hijos, sobrinos o nietos, que la guerra de
los 9 años que dice Huxley, de la que nacerá este distópico mundo feliz, es una
guerra que tal vez estamos librando ya en estos momentos.
Hago un llamado para que desde el clandestinaje de nuestros
hogares nosotros seamos la resistencia, ¡despertemos! que nuestros hogares son
las últimas trincheras por mantener la libertad del espíritu humano
independiente, seamos realistas, ya no hay nadie detrás de nuestras filas, solo
nosotros para descarrilar esta enorme maquinaría de imponer su indivisa
y trastornada visión del mundo.
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