"Los 'nativos digitales' serán los primeros niños con un coeficiente intelectual más bajo que sus padres" BBC NEWS.
Acabo de terminar de leer el libro del neurocientífico Michel Desmurget (Lyon, 1965), LA FABRICA DE CRETINOS DIGITALES, y mi primer reflejo en defensa
propia como padre en un acto emancipador y hasta cierta forma insurrecto, fue saltar del sillón, decirle a la familia
que dejaríamos atrás todos los dispositivos móviles en casa, por lo que recibí las esperadas objeciones y
caras de desagrado de mis hijos, subimos al auto, los llevé a una librería para que eligieran algo (ahí les cambio el
semblante) y nos fuimos a una playa retirada en familia por lo que restaba de
la tarde a leer, a platicar y caminar sin rumbo para quien lo deseara con los
pies descalzos sobre la arena. En pocas palabras, a no hacer nada (si se me
permite el uso de este oxímoron) hasta que se metiera el sol.
Y es que este científico francés, pone el dedo en la llaga contradiciendo
con datos y estudios los discursos oficialistas y frases de
mercadotecnia que se usan para tranquilizar a los padres como nosotros respecto
al uso prolongado de las tabletas y teléfonos celulares en nuestros hijos, aseveraciones tales
como:
“esta generación digital tendrá una evolución cerebral nunca antes
vista” “las tabletas son buenas para los niños y bebes” “los videojuegos de
disparos (como Call of Duty) son buenos para el cerebro” “las redes sociales enseñan
a socializar y ser solidarios” etc.
Pero a pesar que usted lea muchos artículos que ponen en
entredicho cualquiera de estas frases, e incluso, el mismo sentido común de
padres nos advierte que estas hipótesis y opiniones a favor de la
tecnología digital, o están sesgadas, o son falsas, y sin embargo, y por increíble que
parezca, hay un grupo de “científicos” que opinan y siguen insistiendo que no
hay datos suficientes para determinar aun el daño de la digitalización y la
exposición tan prolongada a las pantallas digitales de nosotros y nuestros
hijos. Aquí dejo este articulo del NY Times como muestra.
¿Realmente las pantallas les hacen daño a los niños?
Resumiré, que el libro señala a grandes rasgos los pilares
del desarrollo que se ven afectados por el exceso de horas frente a las pantallas
digitales usadas en redes sociales, y videojuegos principalmente (estudios
demuestran que los jóvenes entre 13 y 18 años consumen casi 7 horas diarias de
ocio frente a las pantallas), y que el autor opina que se inventan datos “seudocientíficos”
con oscuros intereses políticos y comerciales, semejante a los antiguos estudios patrocinados que demostraban que el tabaco no era malo (financiados por tabacaleras), o que
el exceso del azúcar no dañaba al ser humano (estudios pagados por refresqueras)
para maquillar la realidad.
Aquí las afectaciones en nuestros hijos e incluso en nosotros:
En lo somático, es decir en el cuerpo: Desarrollo de obesidad,
contracturas musculares, problemas cardiovasculares.
En lo emocional: Se presentan trastornos tales como
agresividad o depresión entre otras secuelas de comportamientos de riesgos.
En lo cognitivo, es decir en lo intelectual: Empobrecimiento
del lenguaje, disminución de la concentración, reducción de la memoria.
En este último apartado profundizaré y es al que me voy a referir, ya que por eso busco a toda costa que mis hijos lean, debido a que hay datos duros, por ejemplo, las evaluaciones PISA, que arrojan resultados cada vez más pobres y preocupantes en nuestros niños.
Los alumnos españoles de 15 años sacan la nota más baja en Ciencias desde que existe el informe PISA
El efecto Flynn ( el crecimiento continuo de cociente
intelectual generacional) va en retroceso y bajara en esta generación aun
más. Y mucho de esto se debe a que el uso intensivo de los Smartphones nos orilla cada vez más, tal vez sin
desearlo, a consumir un vodevil de imágenes, un tsunami de contenido emocional, y
voces totalmente fragmentadas, para desconectarnos de la realidad, sembrándonos de ideas a las cuales francamente no queríamos llegar, y muchas de ellas totalmente
improductivas, reduciendo nuestra capacidad de análisis, cultura y comprensión de la realidad.
Además, ya las nuevas generaciones (y tal vez nosotros mismos), estamos
perdiendo la capacidad de raciocinio y paciencia para analizar textos largos. Lo
de hoy en nuestros días es la desinformación y manipulación por medio de la
sobreinformación. El razonamiento se ha reducido a una imagen con poco texto, y en
ocasiones a solo videos cortos en Facebook, Tiktok, o Instagram, información fragmentada, impersonal,
perentoria, de preferencia divertida y fácilmente reemplazable, rápidamente renovable, ideas que parecen más a
un eslogan, o una campaña de marketing, y que percibe nuestra mente con
entusiasmo por la dopamina que le genera, para ser olvidada con prontitud, y para dejarnos en todo momento a la deriva del conocimiento profundo y reflexivo.
Tristemente siento que nos estamos pareciendo a la sociedad
planteada por Huxley en Un mundo Feliz, donde ya no es necesario prohibir libros, ni ocultar la verdad, pues nadie desea leer, y la verdad se encuentra sumergida,
relegada en la profundidad del mar de la irrelevancia, pues ha sido sustituida por un alud de diversión
e impulsos sensoriales artificiales de las pantallas de falsa luminiscencia que controlan la opinión pública y privada.
Por nuestros hijos debemos hacer grupos de resistencia hasta donde nuestras fuerzas alcancen, y buscar el equilibrio en casa de estas fuerzas mediáticas por medio de la lectura y contemplación de ideas, la cultura y la naturaleza.
Si quieren profundizar más al respecto, de como, el leer cada vez menos, y como el léxico reducido nos afecta, pueden acudir este buen artículo de Christophe Clavé:
“Menos palabras y menos verbos conjugados implican menos
capacidad de expresar emociones y menos capacidad de procesar el pensamiento.
Los estudios han demostrado cómo parte de la violencia en las esferas públicas
y privadas proviene directamente de la incapacidad de describir las propias
emociones a través de palabras. Sin palabras para construir el razonamiento, el
pensamiento complejo se hace imposible”.
Aquí les dejo un fragmento junto al artículo completo de la BBC:
"¿Y por qué el uso los dispositivos digitales provoca todo eso?
Las causas también están claramente identificadas: disminución en la calidad y cantidad de interacciones intrafamiliares, que son fundamentales para el desarrollo del lenguaje y el desarrollo emocional; disminución del tiempo dedicado a otras actividades más enriquecedoras (tareas, música, arte, lectura, etc.); interrupción del sueño, que se acorta cuantitativamente y se degrada cualitativamente; sobreestimulación de la atención, lo que provoca trastornos de concentración, aprendizaje e impulsividad; subestimulación intelectual, que impide que el cerebro despliegue todo su potencial; y un estilo de vida sedentario excesivo que, además del desarrollo corporal, influye en la maduración cerebral."
Comentarios
Publicar un comentario