PORQUÉ RECHACÉ LA OFERTA DE PUBLICAR LAS AVENTURAS DE ÍÑIGO EN JAPÓN

 

Amigos, durante años intenté acércame a compañías editoriales mexicanas y extranjeras para publicar LAS AVENTURAS DE ÍÑIGO de una forma tradicional, con el formato de libro impreso en papel. Durante dos años consecutivos tomé un autobús de pasajeros desde mi casa, haciendo un trayecto de más de 6 horas de viaje hasta la ciudad de Guadalajara, solo para visitar La FIL en busca de una oportunidad.

La Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) es el mayor encuentro editorial de habla hispana a nivel mundial y el segundo de más importancia en el ámbito global después de la Feria del Libro de Fráncfort, en Alemania. Y ahí estaba yo, un joven soñador recorriendo los pasillos de la FIL con un libro para niños bajo el brazo, y copias blanco y negro del mismo en mi mochila para entregar en mis entrevistas. De sobra sale decir que fui rechazado por todas las editoriales mexicanas que visité. (Ya les contaré en otra ocasión los muchos motivos que me dieron para no ser publicado).

Por supuesto me entristecía cada rechazo, pero lo que más me afectaba debo reconocer, era tomar el largo viaje de regreso a casa y mirar la sonrisa de mi esposa Karlita mientras me preguntaba contenta: “¡Hola amor! ¿Cómo te fue?” esperando que yo exclamara de gusto: “Bien… ¡publicaremos el libro!”. Pero, por el contrario, terminaba disimulando frases: “Bien, compré varios libros a muy buen precio, y entré a algunas conferencias”. El silencio entre ambos y la seriedad en sus ojos al mirarme, callando para ella mi falta de fortuna, era lo que más me dolía.

Así, que podrán imaginar ustedes los contento que me puse el segundo año, cuando una editorial BRASILEÑA-JAPONESA se interesó seriamente en mi trabajo. Pero los libros, me aclararon, serían para la venta en el mercado japonés. Me puse super feliz. La persona que me atendió era un ejecutivo brasileño que hablaba perfecto español, pero a todas luces era Nikkei, emigrante o descendiente Japonés.

Ellos ya habían revisado mi material y ambos estábamos interesados en llevar los libros al Japón. Entonces me dijo el ejecutivo: “todo esta muy bien, nos encantan las ilustraciones, son maravillosas, y el tema es el que estamos buscando para los niños japoneses. En Japón casi no hay historias para niños nativas de Hispanoamérica, la gran mayoría de textos que se distribuyen son norteamericanos. La leyenda de un niño español en medio de América en la búsqueda del Dorado, es excelente para acercar las culturas”.

—Bien hagámoslo —le dije emocionado. Y me contestó: “solo que necesitamos revises los libros y reduzcas el texto a un renglón o dos, por imagen”.  Yo le dije que no podía hacer eso, que precisamente este libro lo escribí para que mis hijos leyeran, no, para que no leyeran, o leyeran poco. Además, si el niño es muy chico el padre les podrá leer con gusto, como yo lo hacía.

Me explicó que el mercado de libros actual para niños, para que sea negocio, debe contener mucha imagen. Si se puede, las ilustraciones deben abarcar toda la hoja, e incluir muy poco texto, el mínimo posible, un renglón o dos. Los niños hoy en día no tienen paciencia, están muy distraídos, y los padres están muy cansados de trabajar todo el día, así que necesitan historias pequeñas y rápidas, para cumplir con el requisito de ser buen padre, cinco minutos para leer antes de dormir, y no más.

Entonces, no sé, si por mi inexperiencia, o mi fuerte lado soñador e idealista, les di las gracias de la forma más cortés que pude. No los juzgo, ellos arriesgaban su dinero, y el mercado es lo que demanda. Pero no podía hacerlo, no podía traicionar mis principios. Deseaba que los niños leyeran. Me dolió. Ya nunca más recibí oferta alguna, además dejé ir un dinero que en ese entonces francamente necesitábamos (si sigues mi blog ya conté esta parte de mi vida). Entonces regresó este libro a mi biblioteca a dormir el sueño de los justos, hasta ahora que el internet me dio la oportunidad de compartirlo.

El mundo del libro se ha vuelto cada vez más complicado, los medios digitales de comunicación nos han llevado a un estado de distracción y ansiedad desbordante que nos hace alejarnos de textos largos, textos que requieren capacidad de análisis. Hoy todo es, una imagen, una frase no muy larga, un meme, y ya está. Más de eso se torna aburrido e incomprensible.  ¿Cundo fue la última vez que leíste por más de 10 minutos gustosamente, antes de sentir la ansiedad de revisar tu teléfono celular e ir a otra cosa?

Hay muchos estudios que señalan la terrible erosión de las capacidades intelectuales de esta y la próxima generación venidera. Por otro lado, el método de leer poco texto, enunciados cortos, ayuda, mejora y perfecciona la fácil manipulación de las masas actuales. Ya que solo basta usar una frase (por poner un ejemplo) “Los ricos son malos, los pobres son buenos”, y una imagen de un rico burlándose o ignorando a una persona humilde, y ya con eso usted tendrá miles de likes, comentarios a favor de manera desbordada, votos si los necesita.

Nadie se atreve a reflexionar más allá: ¿El dinero solo se adquiere explotando a alguien? ¿puede el dinero ser usado solo para el mal? ¿pero si conozco personas adineradas buenas que han donado parques y jardines al pueblo donde vivo, sostienen comedores para personas sin hogar, donaron implementos hospitalarios durante la pandemia? ¿Cómo podría yo ayudar más a las personas, con dinero o careciendo de él? Usted puede cambiar las palabras de Rico y Pobre y sustituirlo por lo que desee. Blanco y Negro, Europeo e Indio Americano, Izquierda y Derecha etc... lo aplican fácilmente. Antes se manipulaba a masas iletradas, ahora todos leen, pero pocos comprenden con profundidad.

Ya lo he dicho otras veces, solo nos queda rescatar a las nuevas generaciones desde nuestro hogar, formando hombres y mujeres de bien, con capacidad lectora y comprensora, que el futuro de nuestros países necesitará juventudes altamente educadas, que reconozcan y combatan los sofismos que nos dividen, con su intelecto y valores cívicos de hombres de bien.

PD. Si la editorial que me ofreció la oportunidad de publicar en Japón lee este blog, si así lo desean, siguen las puertas abiertas de mi parte, incluso ofrezco reducir mis regalías, ya que entiendo sería un pequeño nicho de mercado los padres altamente lectores, pero no importa, todo sea por el bien de las nuevas generaciones.

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Anexo esta información que habla un poco de este tema:




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